El sistema operativo BSD se remonta a 1974, cuando un grupo de investigación de la Universidad de California en Berkeley obtuvo de AT&T el derecho a utilizar el código fuente de Unix. Con el apoyo de DARPA, los científicos pudieron mejorar significativamente Unix y crear una nueva versión llamada Berkeley Software Distribution (BSD). Este sistema operativo incorporaba tecnologías avanzadas de la época, como el protocolo TCP/IP, el sistema Berkeley Fast File y el mecanismo de memoria virtual.
El proyecto BSD se lanzó oficialmente en 1976 bajo la dirección de Bill Joy. En 1989 se publicó la primera versión pública de BSD, llamada Net-1, seguida de Net-2 en 1991. En 1993, el proyecto pasó a llamarse FreeBSD, y en otoño de ese año se publicó la primera versión con ese nombre.
Con cada nueva versión, FreeBSD ampliaba sus capacidades y se hacía cada vez más funcional para su uso en servidores:
El proyecto FreeBSD se desarrolla gracias a los esfuerzos de una comunidad formada por dos grupos principales: committers y contribuidores. Los contribuidores hacen sugerencias para mejorar el sistema, que luego son examinadas y aprobadas por los committers, los miembros más activos del equipo central. El desarrollo se divide en dos ramas: FreeBSD-CURRENT (experimental) y FreeBSD-STABLE (estable). Tras las pruebas en CURRENT, los cambios se trasladan a STABLE, lo que garantiza la fiabilidad y estabilidad de las versiones finales.
FreeBSD se considera una potente plataforma para VPS que será de especial interés para aquellos que valoren un funcionamiento estable y seguro con una utilización óptima de los recursos. Las principales ventajas de FreeBSD incluyen:
Entre sus desventajas se incluyen su dificultad para principiantes, la necesidad de tener buenos conocimientos de línea de comandos y los posibles problemas de compatibilidad con algunos controladores.
FreeBSD sigue siendo uno de los mejores sistemas operativos para uso en servidores debido a su flexibilidad, seguridad y alta fiabilidad. Las actualizaciones constantes y el desarrollo activo lo convierten en una excelente opción para construir soluciones de servidor seguras y de alto rendimiento.